Miedo a envejecer... viejísimo.

Nuestra sociedad ha creado numerosos estereotipos sociales, mitos y falsas creencias  sobre las personas mayores. Tan arraigados están que han llevado a que el hecho natural de envejecer tenga  una connotación oscura, con una carga e investidura negativa, con un efecto halo que hace que al escuchar “vejez” se le asocie rigidez,  mal humor, soledad, ausencia de vida sexual, o problemas de salud, entre otros. Son características devaluadas para esta sociedad cuyo hedonismo le atribuye valor a la belleza, éxito y productividad.

 

Escrito por: Mónica Oviedo Fernandez, Psicóloga – Licenciada en Psicología

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¿Qué rol social les estamos atribuyendo a las personas mayores? Las características señaladas han ido generando un miedo a envejecer o más aún, a una negación de una realidad inherente e inevitable. Lo paradójico es que quienes conformamos esta sociedad somos nosotros mismos. ¿Quiere acompañar a sus hijos hasta que sean adultos? ¿Desea tener 8 horas libres de exclusividad para su proyecto personal o para practicar su hobby? ¿Le gustaría compartir con sus nietos?.  Bueno, le comento que para lograr esto debe envejecer, no hay otra alternativa. De modo que ¡bienvenida tercera y cuarta edad!!.. Es la tarea que más tiempo tenemos para preparar, 60, 70 y hasta 80 años para aprender esta gran pieza de baile y comenzar a danzar. 

Crear estereotipos minimiza las diferencias individuales, ignorando que cada persona -independiente de su edad- presenta características según su personalidad  y por tanto tendrá su propia forma de envejecer. De allí entonces que el ser “cascarrabias” no es consecuencia de la vejez, sino que es la acentuación de un rasgo de su personalidad  que lo presentó a lo largo de su vida. 

Robert Butler en 1969, (médico gerontólogo y psiquiatra) acuñó en inglés el término “agisme” (derivado de aging: envejecimiento) y más adelante denominado en castellano “ viejismo” a las actitudes, prejuicios y prácticas discriminatorias que adopta la sociedad en torno a una persona, sólo en razón de su edad ( edadismo), que se reflejan en frases como: “ ya está viejo, cada día más gruñón”, “tienes 70 años , que ridículo enamorarte” ,“ ya estás viejo, debes descansar” etc.

¿Han observado algún tipo de publicidad  o propaganda con relación a belleza, productividad o el logro de un éxito, que  muestre rostros o cuerpos de una persona de tercera o cuarta edad ? Parece que no abundan, ¿cierto?. El caso de Mimi Bick, de 60 años, modelo canadiense que vive hace más de 20 años en Chile y que es rostro de modas, ha sido una excepción que ha causado tal impacto que ha salido en los medios de comunicación para contar su experiencia. 

Otro estereotipo lo vemos en las telenovelas, donde muestran personas mayores  “torpes” “gruñonas” o “enfermas”, cuya única posibilidad de hacer “locuras” o realizar actividades para su disfrute, son porque tienen una enfermedad y deben “aprovechar” el tiempo que les queda.

Si buscan por google e incluso en portadas de revistas o libros  las palabras “éxito”, “placer sexual” o “belleza”,  verán que sólo hay imágenes de personas jóvenes y rostros lozanos. ¿Es que acaso una mujer o un hombre de 70 años no siente placer sexual, o no logra éxito, o no cumple los estereotipos de belleza?

 

La gran mayoría de las cremas aluden “prevenir envejecimiento”, “anti-edad”, “antiarrugas”, dejando en el inconsciente colectivo la idea que el tener arrugas no es parte de la belleza, por lo que ¡HAY QUE PREVENIRLAS! Y así entonces vemos rostros desfigurados, sin expresión, por la cantidad de productos químicos que dejan ingresar a su cuerpo  por la lucha imperante que lleva a las personas a no mostrar algo tan natural como las arrugas; tan natural como un amanecer o atardecer. Es cierto que existe publicidad y propaganda alusiva a personas mayores, pero alusivas a pérdida de dientes, pañales absorbentes y/o para crear una imagen de “persona mayor sola, triste y que requiere de ayuda”. 

Podría describir una serie de situaciones que refuerzan un viejísmo instaurado en nuestra sociedad, en nuestros hogares, en nuestra mente. Develarlos y tomar conciencia de ellos es el primer paso, el segundo es actuar para aprender a abrazar los años y amar a nuestro cuerpo  como evidencia de la experiencia que tenemos. Y un tercero es mirar la vejez como una instancia para tener nuevas oportunidades creativas o de relación.

  • Tener amistades intergeneracionales. Es una forma de romper estereotipos de manera entretenida y saludable. Conocer experiencias reales y analizar una misma situación desde distintas posiciones generacionales, genera un aprendizaje muy constructivo. Atrévete  a compartir con quienes podrían tener la edad de tu hija o de tu padre, madre o abuelo. 
  • Participa como voluntario. Sé protagonista participando en una casa de reposo o institución infantojuvenil; así la reciprocidad de experiencias y lazos afectivos no sólo genera un  “alza de generosidad” sino que le daremos valor a la sabiduría y resilencia.
  •  Tiempo: Antes de emitir un comentario o juzgar una situación o persona, otorga el valor de la duda, toma tiempo para tratar de entender una opinión con apertura y positivismo. 
  • Conectarnos con el aquí y ahora, buscando lo positivo: Envejecer no es de un día para otro, hay tiempo para prepararnos, para conectarnos con lo positivo. ¡No dejemos que el quejarse sea un hábito! Cuando entres en un lugar o estés con una persona, exígete en  encontrar 3 cosas lindas o que te gusten y dilas, es un regalo para los oídos. 
  • Apoya los sueños e ilusiones: Anima a tu  padre, madre o personas mayores, cuando quieran emprender un proyecto o actividad.   Puede que esa elección sea hoy su proyecto vital, no lo subestimes, oriéntalo, no lo censures o lo desanimes, sus intereses y su tiempo son diferentes a los tuyos.
  • Todo está en TU cabeza: cambia, revierte cada idea que te  lleve a pensar que la vejez se viste de traje oscuro. 
  • Busca puntos de encuentro e interés en común con otras generaciones, siempre los hay, sólo hay que descubrirlos. Si tu hijo tiene un ajedrez y no sabes jugar, invita a una persona mayor para que le enseñe. Eso ayudará a que nuevas generaciones vean que la sabiduría y el conocimiento  es más que buscar tutoriales en google!

Publicistas, diseñadores, libretistas, guionistas,  ayuden a romper el Viejismo, no hablemos de anti edad; la edad es un proceso natural y parte del ciclo de la vida. Mujeres y hombres de tercera y cuarta edad, también se visten, se perfuman y les gusta disfrutar. ¡Incluso Barbie ya está a meses de entrar a una tercera edad!

Estaremos atentos a su correo. A la brevedad responderemos con toda la información necesaria para que sea parte de esta nueva red de apoyo.

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